Buenas razones para contratar un servidor dedicado

Buenas razones para contratar un servidor dedicado

Disponer de un servidor dedicado  tiene muchas ventajas. Los suelen usar las empresas que tienen venden por internet y que suelen recibir bastantes visitas diarias. Su modo de vida es la red y, por lo tanto, invierten en un buen alojamiento propio que les ofrece un entorno privado y que pueden controlar. Resulta más caro que un alojamiento web compartido, pero está indicado para gestionar, por ejemplo, pagos por tarjeta y manejar datos sensibles de los clientes.

En realidad, un servidor dedicado es un ordenador, una máquina física, que trabaja en exclusiva para un solo cliente. De esta manera, quien lo contrata puede administrar el hardware, controlar el contenido que almacena y monitorizar la actividad como considere.

Vivir en bloque de pisos o disfrutar de un chalet con jardín

Esta metáfora nos viene al pelo para ilustrar la diferencia entre disponer de un alojamiento compartido para tu web o contar con un servidor dedicado.

La primera opción equivale a vivir en una comunidad de vecinos. Tú tienes tu casa para ti solo, pero compartes los espacios comunes con el resto de vecinos. Con tu llave sólo tú puedes abrir tu casa, pero todos tienen acceso al portal, a la piscina, al jardín y al aparcamiento. Los recursos se distribuyen entre todos y también los gastos. Lo mismo pasa con un hosting compartido: distribuye su capacidad entre todos los sitios que aloja y hay áreas en las que no dispones de un control exclusivo.

Sin embargo, si vivimos en una casa unifamiliar, disfrutamos en exclusiva de todos los recursos y los espacios. Los accesos son privados y también el control que ejercemos sobre ellos. Evidentemente, todos los gastos corren de nuestra cuenta pero ganamos en independencia, privacidad y poder absoluto de decisión. Justo lo que ocurre cuando optamos por un servidor dedicado para alojar nuestra web: es espacio, la memoria, el ancho de banda, la central de procesamiento… todo, se dedica exclusivamente a mantener nuestro proyecto.

¿Quién necesita disponer de un servidor dedicado?

Hay veces que empezados a notar carencias en los hosting que compartimos, pero no nos acabamos de decidir a dar el salto hasta un alojamiento compartido. El número de visitas a nuestra web va creciendo a marchas forzadas, empezamos a quedarnos cortos de potencia y velocidad… pero seguimos teniendo dudas.

Nosotros vamos a ofrecerte aquí una serie de indicadores que te ayudarán a decidir si realmente necesitas invertir en un servidor dedicado:

Crecen las visitas a tu web: tu proyecto de hace grande. Tienes un e-commerce que funciona y recibes más de 12.000 visitas diarias. Notas que las prestaciones de tu servidor compartido dependen del uso que cada una de las webs instaladas allí haga de los recursos de procesamiento y memoria. Cuando otros tienen picos, tú te vas de cabeza al valle. Tu alojamiento se ha quedado pequeño. Necesitas nuevos recursos y servicios personalizados: además de aumentar el rendimiento, la potencia y la velocidad para que funcione bien tu sitio, necesitas configurar el servidor a tu manera, con leguajes de programación diferentes y aplicaciones muy exigentes. Si optas por un servidor dedicado administrado, tu proveedor lo gestionará por ti, siguiendo tus indicaciones. Pero también tienes la opción de administrarlo tú mismo si así lo deseas. Quieres hacer del alojamiento tu negocio: existe la posibilidad de disponer de un servidor dedicado y ser tú el que ofrezca planes de alojamiento a otros sitios, con los recursos que tú decidas. Establece planes y precios y acoge a otros proyectos.

Ventajas de disponer de un servidor dedicado

Si te decides a dar el salto, serás el jefe. Tú mismo decidirás los parámetros de configuración, establecerás el rendimiento y pondrás los elementos de seguridad que garanticen tu contenido.

Por ejemplo, podrás instalar los programas que quieras o necesites ya que el servidor solo trabajará para tu web. Configurarás las aplicaciones que necesites y diseñarás el rendimiento a la medida de tus gustos y exigencias. Si algo no funciona después de ponerlo en marcha, podrás realizar cambios tantas veces como consideres. Recuerda, es tu chalet unifamiliar y solo tú decides como organizar el espacio y optimizar los recursos.

De hecho, ésta es una de las principales ventajas. No compartes piscina, ni aparcamiento, el jardín y el parque son para uso exclusivo y tú mismo decides cómo y cuando quieres usarlos. Es decir, toda la capacidad de procesamiento, el total de la memoria RAM y el espacio de almacenamiento al completo están disponibles para ti. Ya nadie te restará prestaciones ni funcionalidades.

Y, otro aspecto importante, es el de la protección de datos. Con un servidor dedicado, la información sensible que guardas será mucho menos vulnerable. Podrás protegerla de ataques o filtraciones y, desde luego, no habrá otros usuarios que accedan al mismo sistema si tú no quieres. Podrás decidir las políticas de seguridad necesarias para blindar esa información y ofrecer todas las garantías posibles a tus clientes.

En general, dispondrás de más flexibilidad y libertad para usar tu servidor. Por ejemplo, podrás instalar el software que requiera tu proyecto y ofrecer la posibilidad de descargarlo a tus visitas. También podrás ofrecer contenido multimedia en streaming. O, quizás, te interese gestionar desde allí tu empresa a nivel interno, con aplicaciones corporativas, software propio, etc.

Criterios para elegir un servido dedicado

En el mercado encontrarás varias opciones a la hora de contratar un servidor dedicado. Te recomendamos que tengas en cuenta algunos elementos, antes de decidirte.

Primero debes plantearte la manera en que va a gestionarse. Como hemos indicado antes, puedes optar por dos opciones distintas:

Servidor dedicado administrado: la empresa de hosting se encarga de actualizar el software cuando hace falta, de mantener el sistema y de cambiar aquello que tú necesites. Servidor dedicado no administrado: todo el control recae en ti o en tu empresa. El proveedor de hosting solo se ocupa del hardware y, en ocasiones, del mantenimiento y la seguridad. Aunque, si tú quieres, también puedes ocuparte personalmente de estas dos áreas.

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